El día 7, un barco patrullero de la Agencia de Pesquería de Japón cometió la canallada de hundir nuestro barco pesquero que estaba en navegación rutinaria en las aguas del Mar Este de Corea.
Aunque nuestros tripulantes fueron socorridos por la parte japonesa, se vieron gravemente amenazadas la vida y la seguridad de ellos.
Las autoridades del gobierno y los medios de prensa de Japón inducen en error la opinión pública hablando como si la causa principal del accidente fuera el giro brusco que dio nuestra nave sin aceptar la interceptación y produjo el choque con el barco patrullero japonés.
Si bien Japón se muestra entusiasta para justificar su acto malintencionado partiendo de su lógica de bandido, no podrá evadir nunca la responsabilidad del caso.
La parte japonesa asumió esta vez la postura provocativa a pesar de nuestra advertencia previa de que pueden causar el choque eventual la obstaculización, la interceptación y otras acciones físicas sobre el laboreo de nuestras embarcaciones pesqueras. Entonces, no tendrá nada que decir aunque tomemos las necesarias contramedidas de acción.
Demandamos fuertemente al gobierno japonés que indemnice los daños materiales causados por el hundimiento y tome las medidas para prevenir la repetición de tales casos.
De volverse a ocurrir un incidente como el presente, se producirá un resultado que no desea Japón.